·
¿Te gusta crear cosas nuevas? ¡Entonces tenés que tener un side project!
Acá van 3 razones:
- Aumenta la confianza y disminuye el estrés. Al tener éxito en un proyecto personal, nuestra autoestima crece. Y si llegás a fracasar, ¡tranqui! No perdés nada más que tiempo (que, en realidad, lo invertiste aprendiendo). Además, como las fechas de entrega las ponés vos, nadie te apura. Entonces, podés crear libremente sin que entre en juego la ansiedad de cumplir requisitos externos. También puede que sea una buena manera de focalizar energía en algo de tu interés.
- Desarrollo de habilidades. Mientras hacés tu side project, aprendés de vos y de otras personas. Mejorás en la adaptación a situaciones nuevas, la forma de comunicarte, tu manera de solucionar problemas y tu creatividad. También podés aprender programación, diseño, gestión de proyectos y cualquier herramienta que necesites y quieras aplicar en tu proyecto. Lo mejor de todo es que, en el caso de que el proyecto no funcione, todo lo aprendido lo podés llevar a la vida personal, desde tus vínculos hasta en la escuela.
- Mejora la empleabilidad. ¿La qué? Las características que tiene una persona que demuestran la capacidad que tiene de aprovechar las oportunidades de educación que se le fueron presentando. Como liderar proyectos, trabajar en equipo, saber usar la creatividad y encontrar soluciones innovadoras.
La última es la menos tangible hoy, porque es para el futuro. Y en realidad, no tenemos idea de lo que va a suceder en el incierto e impredecible mundo que nos está esperando. Pero no hay nada mejor, aun sin saber lo que nos espera, que prepararnos, informarnos y conocer. Prender la curiosidad y aprender a combinar lo estudiado.
Como Seth Godin dice: no hay que tener ideas originales, solo hay que combinarlas de manera original y un side project es una gran forma de aprender a cranear y combinar ideas.
Entonces, ¿qué estás esperando para tener tu proyecto paralelo?